31 de diciembre de 2014

Dime

Aunque en verdad no puedo imaginar qué; la realidad se ha colocado
por sí misma con tal solidez ante mí
que hay poca necesidad de misterio... excepto en nosotros, en cómo
tomamos el mundo
y lo ensanchamos, más de lo que somos, más incluso de lo que es.

Anoto el final de un poema de C.K. Williams.
Y al instante me vienen las ganas de preguntarte cómo se hace eso, cómo ensanchamos el mundo más de lo que somos, más de lo que es la presencia y la duración de cada noche y cada día, cada uno de los lugares de la memoria y la certeza de la ausencia. Para asegurarnos que sabemos algo del aire que respiramos.

Dime como se hace, como hay que disponer la fuerza, las herramientas, la luz, para que algo del metal oscuro se desprenda de la pared y lo podamos sacar al exterior para, lo primero de todo, admirar su brillo y una frialdad que parece propia de lo salvaje.

Y luego charlar, hasta que se haga de noche, de todo eso. Y ensanchar el trabajo, el mineral, la roca, todo, durante días y noches interminables.